AUGC Madrid se reúne con el Gobierno regional para transmitir las situaciones que afectan a los guardias civiles en la Comunidad

AUGC Madrid se reúne con el Gobierno regional para transmitir las situaciones que afectan a los guardias civiles en la Comunidad

por Ildefonso Garcia Ruiz

Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol.
Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol.

El mes de diciembre ha sido para AUGC Madrid de intensa actividad institucional. El pasado 15 de diciembre, el secretario general Francisco Cecilia y el Secretario Jurídico, David Cumplido, se reunieron con el Viceconsejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero. El propósito del encuentro no es otro que el de trasladar a la administración regional la problemática específica de los guardias civiles destacados en el territorio, sea cuál sea el estamento y con independencia de su color político.

El encuentro, que se desarrolló en todo momento en un ambiente distendido e informal, comenzó con un pequeño repaso histórico de lo que es AUGC y de dónde proviene, desde aquella concentración histórica convocada por radio emisora en 1976 en Madrid. Después vinieron el SUGC y COPROPER 6-J hasta que en 1994 nos organizamos como asociación profesional legal bajo las siglas AUGC. De esta manera transmitimos el bagaje reivindicativo de nuestra asociación a lo largo del tiempo y que se mantiene hoy, según señalamos al vice consejero.

Nuestra postura es clara. La necesidad de modernización de la Guardia Civil, con la que estamos de acuerdo, no debe concebirse exclusivamente en relación con aspectos operativos o de medios técnicos o de gestión de la seguridad. La modernización no se detiene en ellos. Los avances conseguidos en otros ámbitos de la Función Pública y de otros servidores públicos que comparten misión constitucional y funciones legales, en la importante área de la seguridad pública, ha de llegar a los guardias civiles, porque son necesarios para la configuración de un modelo de seguridad moderno, flexible y adaptativo, en el cual los elementos de participación y de colaboración, se constituyan como piedras angulares del sistema. Y, hasta ahora, el balance no resulta positivo.

La precariedad de medios y plantilla, además de en materia de derechos, afecta a la seguridad. Como ejemplo transmitimos al vice consejero la situación de los núcleos de población pequeños, en los que los ciudadanos encuentran los puestos ordinarios cerrados a partir de las dos de la tarde. Desde AUGC Madrid creemos que debe haber primero una labor pedagógica hacia los regidores municipales para que cunda la noción de que un puesto cerrado no equivale a seguridad, sino que se trata de una percepción subjetiva. La única solución para que haya seguridad objetiva pasa, desde nuestro punto de vista, por un aumento de la plantilla y una reorganización territorial de los efectivos, con la creación de Puestos Integrales que aglutinen las distintas especialidades y unidades del Cuerpo. Esa es la apuesta de AUGC Madrid para lograr un derecho a la seguridad que realmente sea común para todos los ciudadanos. Nuestro relato al vice consejero fue acompañado de diversos gráficos en los que transmitimos nuestra propuesta de organización de unidades en las seis compañías de Madrid. La necesidad de reducir los tiempos de reacción en los núcleos operativos es imperiosa. El vice consejero desconocía absolutamente que un aviso emitido desde Estremera tardase en ser atendido una hora por personal con base en Valdemoro. Deja patente a todas luces que eso no es la seguridad a la  que aspiran los madrileños y la base del problema radica en la organización de la Guardia Civil.

Igualmente le señalamos cómo a veces la organización del personal, muchas veces destinado a tareas burocráticas, tampoco contribuye a mejorar la situación. Sirvió como muestra la situación denunciada en marzo, cuando sólo dos coches de la Guardia Civil vigilaban Las Rozas y Majadahonda. Denunciar este tipo de circunstancias a la superioridad resulta inútil casi siempre, ya que se terminan atribuyendo a las famosas “cuestiones del servicio”. De ahí la importancia de estas reuniones, para que los políticos se sensibilicen hacia nuestra situación y contribuyan a los cambios necesarios desde sus posibilidades y responsabilidades.

La estadística tampoco avala mejorías en materia de seguridad en la Comunidad de Madrid. El balance del ministerio del Interior señala aumentos en la mayoría de las tipologías delictivas que recoge, siendo el incremento más alto en los homicidios y asesinatos dolosos, que experimentaron un aumento de casi el 32%. Hemos de recordar además que las cifras sumergen una estadística negra, por la metodología que emplean en el ministerio, en el que todos los ilícitos de una misma organización delictiva se contabilizan a efectos estadísticos como un sólo ilícito continuado.

También explicamos a Ruiz Escudero otro de los aspectos de la problemática propia de la Comunidad de Madrid en materia de personal. La plantilla destinada en los diferentes puestos y unidades de la Guardia Civil de la Comunidad Autónoma de Madrid sufre una rotación constante. Esta es una situación endémica y que no evoluciona. Esta cuestión incide en el ciudadano en la medida de que cuando el agente ya tiene conocimiento de la demarcación y de la problemática existente, así como de los residentes de la zona, decide solicitar un cambio de destino fuera de la Comunidad Autónoma de Madrid, motivado, la mayoría de veces, por la diferencia retributiva entre la Policía Nacional y la Guardia Civil. La carestía de la vida en Madrid, sumada al ajustado salario de los agentes, les lleva a solicitar el traslado a otras provincias en las que establecerse. Desde AUGC Madrid sugerimos la implantación de un complemento de territorialidad a través del cual afianzar al guardia en la región y fidelizar los efectivos.

En este sentido, los pabellones de la Guardia Civil, que suelen ser el argumento como complemento al salario de los agentes, no suponen una solución por varios aspectos. Muchos de ellos se encuentran en un estado ruinoso o inhabilitados y su ocupación le acarrea al guardia un importante desembolso económico para hacerlos habitables. Desde AUGC Madrid entendemos que el estado de los pabellones no se puede dejar tampoco en manos del presupuesto de los ayuntamientos, ya que esta práctica termina viciando la relación entre las corporaciones y la Guardia Civil, que pierde independencia.

Además hemos de recordar que los pabellones no son universales, es decir no hay uno asignado a cada guardia civil, sino que su reparto es paulatino y en función de su disponibilidad. Entrar en un pabellón puede ser una cuestión de años. Sin olvidar que, en caso de que el entorno de trabajo esté enrarecido por cualquier circunstancia, habitar un pabellón suele extender estas situaciones al plano personal.

El encuentro también sirvió para repasar el resto de reivindicaciones insignia de AUGC, como es el absoluto rechazo del Código Penal Militar a los guardias civiles en funciones policiales o la elevada tasa de suicidios que afecta a los componentes del Cuerpo. Según la estadística, un compañero se quita la vida cada 26 días. Para que el vice consejero pueda hacerse una idea más fiel a la realidad de esta lacra le obsequiamos con el libro ¿Todo por la Patria? Conducta, clima laboral y conducta suicida en la Guardia Civil, el estudio independiente elaborado por el psicólogo Daniel J. López Vega y que establece una relación directa entre el entorno laboral y el personal, del que no se desliga. Esta conclusión contradice la versión oficial de la DGGC, que atribuye la mayoría de los casos sólo a cuestiones personales. Del mismo modo explicamos que la ausencia de armeros en las unidades tampoco contribuye a reducir el dramático ratio.

Terminamos la reunión denunciando la falta de un sistema de turnos en las unidades que permitan a los agentes disfrutar de una jornada laboral digna que les permita conciliar la vida laboral con la familiar, reivindicación que apoyó.

AUGC Madrid no quiso abandonar la reunión sin antes recalcar que el Consejo de la Guardia Civil se ha demostrado como un órgano incapaz de implantar los cambios que el Cuerpo, sus agentes, no pueden seguir posponiendo. La solución solo puede pasar, desde nuestro punto de vista, por la negociación colectiva que permite la sindicación, un objetivo irrenunciable para la defensa de nuestros derechos como trabajadores.

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