El pasado martes, por primera vez en la historia, una asociación profesional de la Guardia Civil realizaba una charla informativa en el interior del Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro. Esa tarde, el secretario general de AUGC, Juan Fernández, la secretaría general provincial de AUGC en Madrid, Eva Gómez, y otros representantes, se dirigieron a los alumnos para explicarles las funciones de una asociación y la importancia de la afiliación, transmitiéndoles los beneficios y servicios con que cuentan los afiliados por el hecho de formar parte de la asociación mayoritaria del Cuerpo.
Hoy jueves estaba previsto que se llevara a cabo un encuentro similar en la academia de Baeza. Sin embargo, las inexplicables restricciones y trabas planteadas desde la dirección de este centro han obligado a AUGC a desistir de su empeño. Así, las condiciones bajo las que se celebró el acto de Valdemoro (en el salón de actos, con mascarillas y distancia de seguridad entre los asistentes) inexplicablemente no parecen servir para Baeza.
Resulta asombroso que tan solo dos días después de la celebración del encuentro en Valdemoro se impongan ahora estas trabas, claramente dirigidas a coartar el derecho de los alumnos a conocer de primera mano todas las ventajas que su afiliación a una asociación profesional les puede reportar en la defensa de sus condiciones sociolaborales.
Nuevamente queda patente que en la Guardia Civil existe aún un enorme déficit democrático, representado en un amplio sector del generalato que sigue ejerciendo un mando cortijero, sin comprender que el asociacionismo profesional no solo es algo que no supone amenaza alguna a la institución, sino que contribuye a fortalecerla.
Desde AUGC no renunciamos a informar, por la vía que sea posible, a todos los futuros guardias civiles de sus derechos y de los beneficios que comporta formar parte de una asociación.
Hechos como éste demuestran que todavía queda mucho que avanzar para lograr una Guardia Civil transparente y a la altura de un Estado de derecho.
