La delegación de Córdoba de la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha obtenido los datos oficiales referentes a las sanciones disciplinarias en la provincia. De los mismos se desprende que ha aumentado un 60 % la imposición de dichas sanciones para los integrantes de la escala básica, la de Cabos y Guardias. Ya en 2020 había aumentado un 16% el número de expedientes instruidos hacia la escala con respecto al año anterior.
Esta información oficial pone de manifiesto que, una vez más y al igual que ocurre desde hace décadas, el rigor disciplinario afecta casi exclusivamente a la escala de Cabos y Guardias. Una muestra de ello es que todas las sanciones disciplinarias de 2021 fueron impuestas a miembros de la escala básica de la provincia. El 11 % de expedientes instruidos a Suboficiales no finalizaron en sanción mientras que los Oficiales no se vieron inmersos en ningún procedimiento de este tipo, como es habitual.
Se confirma así lo que AUGC siempre ha denunciado: En la Guardia Civil de Córdoba, cuanto menor sea la graduación, mayor es la posibilidad de ser expedientado y sancionado. Y eso a pesar de que la mayoría de situaciones conflictivas se pueden solucionar por métodos menos traumáticos y sin abusos de la vía disciplinaria. Durante los últimos años, una buena parte de los expedientes instruidos finalizan sin la imposición de sanción disciplinaria. En muchas ocasiones se debe al trabajo de los servicios jurídicos de AUGC.
A la vista de esos datos, no es de extrañar que el 81% de los procedimientos contencioso-disciplinarios tramitados por los tribunales militares correspondan a la Guardia Civil, muy por encima de las tres ramas de las Fuerzas Armas juntas −Ejército de Tierra, el del Aire, y la Armada−. De hecho, el Grupo de Estados Contra la Corrupción (GRECO), órgano del Consejo de Europa, en su informe se hizo eco del elevadísimo número de sanciones disciplinarias impuestas en la Guardia Civil y recomendó revisar su régimen disciplinario para reforzar su transparencia, objetividad y proporcionalidad.
