Vuelve a fracasar la licitación para la adquisición de chalecos antibalas en la Guardia Civil

Esto supone que los agentes no dispongan de prendas adjudicadas individualmente, ante la caducidad de los chalecos anteriores. AUGC reclama responsabilidades por este despropósito.

por Redacción AUGC

AUGC exige un chaleco individualizado para cada guardia civil.
AUGC exige un chaleco individualizado para cada guardia civil.

El pasado mes de enero AUGC presentaba una denuncia ante la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad, de la Secretaría de Estado de Seguridad (Ministerio de Interior), tras la caducidad de licitación para la adquisición de nuevos chalecos antibalas en la Guardia Civil.

Una situación que provocó que tuvieran que que ser retirados aquellos chalecos ya caducados, con la consecuencia de una nueva carencia de estas prendas de seguridad y la necesidad por tanto de compartirlas entre distintos agentes, con los consiguientes problemas de tallas y disponibilidad.

Pues bien, acabamos de conocer, tres meses después, que el nuevo concurso de licitación también ha quedado desierto por lo que los trabajadores del Cuerpo seguirán sin la adjudicación individual de chalecos antibalas para el servicio.

Este reiterado fracaso en la licitación para renovar las prendas supone que se haya eliminado la adjudicación individual de chalecos antibalas, con lo que se ha vuelto al uso compartido y colectivo para el personal destinado en una misma unidad operativa e, incluso, para varias unidades.

Desde AUGC desconocemos qué órgano/s o servicio/s de la Dirección General de la Guardia Civil es responsable de esta situación, pero lo cierto es que de la misma se desprenden o pueden desprenderse riesgos para la integridad física, la salud y la vida de los guardias civiles que deban hacer uso de esos medios de protección en el desarrollo y desempeño de sus funciones para el cumplimiento del servicio que tengan en cada caso asignado, al ser chalecos balísticos de uso compartido no individualizado en relación con la tallas y morfología de los mismos.

Por otra parte, la imprevisión en la renovación de los chalecos antibalas, que supone en muchos casos, que hayan de ser compartidos comporta un riesgo de salud añadido como consecuencia de la pandemia provocada por el COVID-19.

Por todo ello, AUGC reclama la depuración de responsabilidades que se puedan derivar de esta situación.

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