Tal día como hoy, pero en 1987 ETA, en su macabra carrera de terror, colocaba un coche cargado de 250 kg de amonal junto a la casa cuartel de Zaragoza. Ese sangriento día nos dejó 11 muertos: cuatro compañeros, dos mujeres, cinco niños, hijos de los agentes que vivían en la casa cuartel y 88 heridos, que 24 años después siguen sufriendo las secuelas de aquel 11 de diciembre.
24 años después nos hemos despertado con un nuevo comunicado de ETA, en este caso de sus presos, exigiendo al nuevo gobierno que responda positivamente y sin demora a las demandas de traslado a las cárceles del País Vasco de los que ellos llaman “presos políticos”. El denominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) considera que es el momento de “levantar las medidas extremas” que sufren sus presos y buscar “una solución democrática porque su “hoja de ruta de la resolución lo exige”. Una hoja en la que solo hay espacio para lo suyo: sus presos. Los muertos que han dejado tras de sí en todos estos años de terror no merecen ni una línea.
Desde AUGC creemos que lo tenía muy fácil. Este comunicado llegaba apenas a unas horas del aniversario del atentado de la casa cuartel de Zaragoza, una buena oportunidad para empezar a pedir perdón por los niños, las mujeres y los hombres que ese día asesinaron a sangre fría.
Para AUGC, a fecha de hoy, nada ha cambiado ni en ETA ni en su entorno. Mientras no entiendan el dolor y el daño causado. Mientras no comprendan que antes de comenzar los pasos para pasar página hay que terminar los días de duelo. Mientras no vean que es necesario el arrepentimiento y la petición de perdón. Mientras no acierten a comprender todo esto nada cambiará y, por tanto, la sociedad, a la que representa el Gobierno de la Nación, no puede tener actos de generosidad con aquellos que siguen sin tenerla para con sus víctimas.
Unas víctimas que estarán siempre en nuestra memoria: Rocío Capilla Franco, Miriam Barrera Alcaraz, Esther Barrera Alcaraz, Silvia Ballarín Gay, Silvia Pino Fernández, Emilio Capilla Tocado, José Ignacio Ballarín Cazaña, Pedro Ángel Alcaraz Martos, José Julián Pino Arriero, Mª Dolores Franco Muñoz y María del Carmen Fernández Muñoz, esperan, como sus familias, desde hace 24 años que alguien les diga Perdón y ¿Por qué?.
Por ellos, por el resto de los asesinados y por los más de 300 atentados que aún siguen esperando justicia AUGC exige al nuevo gobierno que no los olvide. Que se cumplan las penas y que aquel que desee acogerse a la “clemencia” de la justicia cumpla antes con todos los requisitos. Y el primero de ellos es el ARREPENTIMIENTO.




