La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha abandonado la reunión del Grupo de Trabajo de Productividad, que se ha celebrado este miércoles, ya que no está dispuesta a ser cómplice del atropello salarial que la Dirección General de la Benemérita intenta perpetrar contra los agentes en el reparto de la productividad.
Se ha presentado un borrador que menos claridad y precisión lo tiene todo, compuesto por más de 30 páginas, cuando el del resto de cuerpos policiales no llega a seis. La DGGC no ha dado información a las asociaciones sobre cómo se reparte la productividad, ni piensa dársela. Quiere que existan grupos de trabajo para poder justificar la confección de la norma pero la decisión, en realidad, ya está tomada.
Según se ha desprendido de esta reunión, en la nueva Orden General de Productividad se destinará el mismo presupuesto para pagar a 70.000 agentes que para el colectivo formado por 15.000 guardias civiles. Como AUGC temía, los guardias civiles de la escala básica van a ser de nuevo los perdedores en el reparto del pastel de la productividad.
La escala de mandos es la gran beneficiada, ya que no pierde ninguno de los beneficios que tiene actualmente y sus porcentajes de productividad son hasta 20 veces superiores a los del resto del colectivo.
Además, ha quedado patente que la DGGC no tiene intención de retribuir la prestación del servicio a turnos, ni en horario festivo o nocturno, ya que esto no les supone un problema. Su preocupación se centra en mantener las grandes cantidades que actualmente perciben, que superan muy ampliamente a las de sus homólogos de la Policía. Ya quisiera cobrar un inspector jefe de la Policía lo que cobran algunos de los mandos de la Guardia Civil.
AUGC seguramente se verá obligada a luchar contra este indignante atropello fuera del Consejo, dado que los dirigentes de la Benemérita han demostrado su nula predisposición al diálogo y su desprecio hacia las demandas de los más de 33.000 guardias civiles que representa esta organización.
AUGC ha dejado claro que el trabajo a turnos debe ser compensado y si la situación actual impide la aplicación de índices correctores como disfruta la policía nacional desde el año 1996, debe compensarse económicamente de modo debido.
Los trabajadores de la Guardia Civil no van a permanecer impasibles mientras se pisotean sus derechos. Se niegan a ser los agentes que más trabajan y menos cobran de todos los cuerpos policiales. Dado el menosprecio con el que son tratados por los dirigentes de la Guardia Civil, defenderán hasta las últimas consecuencias los derechos laborales que hace décadas que fueron concedidos a otras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
