Escándalo en la Guardia Civil e indignación entre los agentes al tener conocimiento que desde el Instituto Armado se ha procedido a la compra de 54.000 botes de gases lacrimógenos por valor de 1,3 millones de euros, mientras los altos mandos del Cuerpo siguen sin solucionar la carencia de chalecos antibalas.
A pesar de encontrarnos en nivel de alerta antiterrorista 4 sobre 5 los agentes no disponen de un chaleco antibalas individual, de calidad y ergonómico. Esto supone que los chalecos que existen acutalmente en la unidades de la Guardia Civil deben ser compartidos entre los miembros del Cuerpo, algo que conlleva falta de higiene o dificultades para que correspondan las tallas, siendo las mujeres las grandes perjudicadas ya que no disponen de prendas especificas a su género.
Así se dan circunstancias donde antes del inicio del servicio se sortean los chalecos existentes, pues no hay en número suficiente para los integrantes de las patrullas.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles llevamos meses solicitando este material de uso diario y de necesidad para salavaguardar la integridad física de los guardias civiles que prestan servicio en las vías públicas por lo que iniciamos la campaña "UN AGENTE, UN CHALECO" para intentar que desde el Ministerio de Interior atendieran una demanda tan básica y necesaria. Sin embargo no solo ignoran esta petición sino que se ha decidido, bajo un Gobierno en funciones, realizar una inversión extraordinaria en un material (gases lacrimógenos) que prácticamente no se usa, por un valor que en caso de haberse destinado a la compra de chalecos hubiera solucionado el problema de carencia de estos.
POLEMICA EN LA ADJUDICACIÓN
Por si fuera poco el desatino, por la compra de un material que prácticamente no se usa y por la elevada cifra de la inversión, la adjudicación el pasado lunes del contrato para la compra de los botes lacrimógenos viene rodeada de pólemica puesto que la empresa adjudicataría (Falken) posee un consejo de administración donde 9 de los 10 miembros son familiares de un exdiputado del Partido Popular.
Además la Guardia Civil ha adquirido más del doble de botes con gas tóxico, 54.000 lacrimógenos, que botes de humo, 21.000 fumígenos, a pesar de que los botes de humo son inocuos frente a los lacrimógenos que no lo son. Los botes fumígenos si se han utilizado en casos reales y prácticas llevadas a cabo por los guardias civiles, puesto que estos no son dañinos para los agentes o usuarios, ya que con los botes lacrimógenos no ocurre lo mismo. Tal es así, que la propia Policía Nacional adquirió en el mes de julio 2.000 botes lacrimógenos, frente a 5.000 fimígenos.
fuentes de la noticia: eldiario.es y la voz de galicia
