CLAVES PARA ENTENDER EL MOVIMIENTO ASOCIATIVO EN LAS FUERZAS ARMADAS ESPAÑOLAS
Sin duda en los últimos años las FFAA de nuestro país han operado importantes cambios que han fortalecido no solo su profesionalización sino, y de manera muy notable, los campos y tareas a los que se deben dedicar los militares de nuestro país, tanto en misiones de paz como en la intervención ante catástrofes o situaciones especiales con la puesta en marcha de los servicios de la Unidad Militar de Emergencia (UME).
Sin embargo, sigue sin abordarse seriamente una Ley de Derechos y Deberes de los militares profesionales que permita expresarse al asociacionismo militar y que cree instrumentos para que los soldados y marineros puedan expresar sus opiniones sobre cuestiones tales como sus retribuciones, la carrera profesional o los complementos que perciben.
Efectivamente, las asociaciones-incluso los sindicatos-existen con toda normalidad en los ejércitos de nuestro entorno europeo y es su reconocimientos e institucionalización un mecanismo mas de la modernización de sus ejércitos. Pero en nuestro país no ocurre todavía. Es mas, ha sido duramente perseguido e ignorado.
Como afirmaba el dirigente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Jorge Bravo, en una entrevista concedida al diario El País (24 de noviembre 2007): “algunos quieren hacernos creer que si se ordena a una compañía ir a combatir, hará una asamblea para decidir si cumple o no con la orden, pero eso es una caricatura ridícula. El asociacionismo no esta reñido para nada con la disciplina. Una cosa es la operatividad de las fuerzas armadas, el cumplimiento de la misión, y otra la atención social a los militares y a sus familias o los problemas derivados de las retribuciones”.
Como tendremos ocasión de ver la persecución de los militantes de AUME no lograrían detener un fenómeno imparable, el asociacionismo de los militares profesionales.
¿ Para que sirve el asociacionismo en las FFAA? Veamos un claro ejemplo. La Carrera Profesional aprobada en el Parlamento en el 2007 fue elaborada por el Ministerio de Defensa a espaldas de la mayoría de los profesionales y el resultado es que en la actualidad es una verdadera caja de agravios entre compañeros y de problemas de todo tipo. Reformar dicha ley con participación de los militares es hoy una de las cuestiones esenciales para la modernización de nuestros ejércitos.
La otra gran cuestión pendiente es la prometida Ley de Derechos y Deberes que incluya el reconocimiento del asociacionismo militar por la institución. La asociación mayoritaria de militares españoles, AUME, ha organizado ya dos grandes concentraciones, en Madrid, para reclamar avances democratismos en dicha materia, que fue un compromiso electoral del partido del Gobierno, el 13 de diciembre de 2009 y el 19 de octubre de 2010.
Resolver esta cuestión de forma sensata pero también desde presupuestos democráticos y que permitan de verdad escuchar y atender las legítimas aspiraciones de los militares españoles, será apostar por la mayoría de edad definitiva de nuestra estructura militar.
Más información: www.aume.org
LOS BRAVOS BRIGADAS DEL EJÉRCITO
“Aunque no hubiese tenido en toda mi vida más que un solo momento de esperanza, hubiese librado este combate. Incluso si he de perderlo, porque otros lo ganarán. Todos los otros.”
Paul Eluard
Fueron 71 largos días de prisión, o lo que es lo mismo, 1.704 horas arrestado en un establecimiento militar las que sufrió Jorge Bravo Álvarez, cincuenta años, brigada del Ejército de Tierra. Su culpa, sin duda, ser presidente de una asociación de militares españoles, AUME. Los motivos aducidos por el Ministerio de Defensa fueron su participación, sin uniforme, en el acto convocado por AUGC el 20 de enero de 2007 en defensa de los derechos laborales y civiles de los guardias civiles y que reuniera a tres mil agentes de uniforme en la Plaza Mayor de Madrid.
Este injusto encarcelamiento provoco una amplia oleada de solidaridad. Y la primera concentración frente al Ministerio de Defensa, el sábado 24 de noviembre de 2007, bajo el lema “Jorge Bravo, GRACIAS¡”. Aquel mismo día, CCOO, el SUP y AUGC publicaron en la prensa un manifiesto en que se decía entre otras cosas lo siguiente:
“Los militares españoles no son insensatos, ni egoístas, ni se han olvidado de lo que es la milicia cuando reclaman, por ejemplo, disponer de cauces auténticos, normalizado y democráticos para poder expresar sus opiniones en materias sociales, económicas y profesionales. Lo hacen con toda la normalidad democrática los militares de ejércitos tan operativos y que comparten con España misiones delicadas como el ejército alemán, el belga o el holandés, países que además pertenecen a la OTAN igual que nosotros. El asociacionismo militar en Europa no es un enemigo del ejército ni les hurta operatividad o eficacia alguna. Ni pone en peligro la disciplina, sino todo lo contrario, es un antídoto que combate la burocracia ineficiente y eleva la moral. En nuestro país es un factor clave para culminar la modernización de nuestro modelo de Defensa Nacional.”
Hoy en día, Jorge Bravo, todavía recuerda aquella fecha con orgullo, con sentimientos encontrados: “fue un día emotivo, muy emotivo pero a la vez duro y triste. No poder vivir en directo la primera manifestación de militares, estaba encerrado pero sentía dentro la solidaridad y el apoyo de tantos y tantos compañeros. Me sentía muy arropado pero a la vez muy triste por no poder estar allí, con los compañeros”
Jorge Bravo ingreso en el Ejército en 1976 y participo en la primera misión del Ejército de Tierra en el exterior: la operación de ayuda a los kurdos iraquíes tras la guerra del Golfo de 1991. Su nombra salto a la opinión publica en enero de 2006 por unas declaraciones en las que cuestionaba la versión oficial del accidente del helicóptero Cougar, en el que murieron 17 soldados españoles en agosto de 2005 en Afganistán. Fue arrestado por estas declaraciones. Fue su primer arresto.
No ha sido fácil ni lo es aun hoy, todavía, apostar por el asociacionismo en las FFAA:
“la suma de injusticias, los problemas sin resolver, los recursos e instancias sin atender, que no iban a ninguna parte, todo ello me llevo al convencimiento de la necesidad de poner en marcha una asociación que reivindicara nuestros derechos”.
Como el mismo reconoce fue muy importante la experiencia acumulada por los guardias civiles ya que AUGC llevaba unos años funcionando y extendiendo sus reivindicaciones en el colectivo. De ahí surge en enero de 2005 AUME: “La salida a los problemas de los militares es el asociacionismo, ir sumando, la unión”. El propio Jorge advierte de las dificultades, sobre todo iniciales, de los recelos, de la falta de cultura asociativa de los militares, del individualismo y el falto paternalismo de la institución. Pero él insiste: “lo fundamental es la determinación de mostrar a todos los compañeros y compañeras, a todos los militares, que existe la posibilidad de defender nuestros legítimos derechos asociándonos, que unidos tenemos la suficiente fuerza para que el Ministerio nos escuche y nos atienda”.
Y es que Jorge Bravo sobre todo es un luchador contra la indignidad: “somos militares, hemos elegido este trabajo digno y honroso, pero por vestir un uniforme no podemos tener disminuidos todos nuestros derechos.” Y remarca: “ni nosotros ni nuestras familias, que son la mayoría de veces quienes mas padecen las injusticias laborales que padecemos, nos lo merecemos.”
El movimiento asociativo en la FFAA ha recorrido ya sus primeros cinco años. No han sido nada fáciles: “hacer ver a los militares las carencias existentes y sobre todo que se pueden solucionar, culturalizar en la idea de que la unión hace la fuerza, que podemos aspirar a mejorar nuestras condiciones de trabajo y de vida, es una tarea de largo recorrido, pero ya hoy es una realidad que cada día se hace mas fuerte y con mas compañeros y compañeras en el proyecto”.
El ejemplo del movimiento asociativo en las FFAA es todo un ejemplo de la construcción de un discurso sindical específico y pegado a la realidad de los colectivos que representa. Esta es su fuerza. Pero nació, como en el movimiento obrero, de la determinación de unas personas. De su coraje. De su confianza en el futuro. Jorge Bravo es uno de ellos. Y en estos tiempos que corren, estos valores, determinación, coraje, futuro, son la mejor garantía de su éxito.
Manuel del Álamo




