Entre las reivindicaciones de AUGC se encuentra la creación de un verdadero Catálogo de Puestos de Trabajo que permita conocer las medidas organizativas necesarias y los puestos a ocupar en cada unidad. Es decir, conocer la estructura y el contenido de la relación de Puestos Orgánicos de las unidades de la Guardia Civil.
El desarrollo de esta norma es de vital importancia para una optima gestión, tanto de personal como de retribuciones. Así mismo es necesaria la creación de este Catalogo de Puestos de Trabajo para aportar transparencia y control en las unidades definiendo las necesidades y tareas a desarrollar dentro de cada unidad, poniendo coto a la arbitrariedad en el número de agentes que realizan determinadas funciones. En la actualidad podemos conocer el número de agentes destinados en cada unidad, pero no como se distribuyen dentro de las mismas. La realidad es que cada componente que se dedica a cualquier actividad, supone una merma en la prestación del servicio de patrulla. La situación se agrava con las comisiones de servicio ejercidas durante años en unidades diferentes a la destino y que bloquean la petición de vacantes en las unidades de origen.
Y así, sin una regulación de cada puesto de trabajo en la Guardia Civil existen unidades creadas como por arte de magia, como los equipos ROCA. Unidades para las que no existen vacantes, ni formación especifica, ni asignación económica, y que se nutren de los propios componentes de cada unidad.
No puede ser que se remuneren igual distintos puestos de trabajo, aunque se ocupe la misma unidad de destino, pues las funciones a realizar, la responsabilidad, peligrosidad y penosidad son bien diferentes dentro de las unidades. Además no es serio que cada responsable en su ámbito pueda crear unidades “fantasma” que no tienen regulada su forma de acceder a ellas, productividad, régimen de servicio, etc.
Los equipos ROCA se crearon en el año 2013, con una implantación inicial de 92 equipos hasta llegar, a las 102 actuales, de tal manera que si realmente funcionan y son eficaces merecen una regulación y dotación de medios y personal, pero no que su funcionamiento se realice a costa de una merma en las patrullas de seguridad ciudadana. Algo que afecta a la conciliación laboral y familiar para el desarrollo de una jornada laboral digna.
Así el Gobierno vende una especialización que no es real, que no está reconocida como tal y para la que, por tanto, los guardias civiles no pueden solicitar vacantes. Los equipos ROCA no son sino un artificio creado a su discreción para dar mayor sensación de seguridad de cara a la opinión pública, sin personal, formación ni medios propios. Una circunstancia que provoca una sensación de caos y descontrol entre los propios trabajadores del Cuerpo.
Debido a esta falta de reconocimiento, estas unidades fantasma son creadas arbitrariamente, sin hacer públicas las razones para su implantación en las distintas demarcaciones, ni especificar el número de efectivos con que cuenta cada una, que no son sino algunos de los propios guardias civiles ya destinados en las respectivas unidades, que son derivados por criterios desconocidos a estos equipos. La realidad es que se trata de un maquillaje que viene a disimular la falta de efectivos reales para combatir la delincuencia en el campo.
Estamos, una vez más, ante un grave problema derivado de la falta de personal en la Guardia Civil que se trata de disimular con otro remiendo, dirigido a “vender” de cara a los ciudadanos una falsa sensación de especialización, induciéndoles a sentir una ilusoria sensación de seguridad.
