NADA QUE CELEBRAR

por Administración AUGC

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AUGC Cádiz mantiene una posición crítica con la política de gasto que está llevando a cabo el Jefe de la Guardia Civil en Cádiz, por lo que quiere expresar su malestar y disconformidad con cualquiera de los actos que en la capital y otros acuartelamientos se van a celebrar con motivo del día del Pilar. Con la que está cayendo, y los responsables de la Comandancia de Cádiz no dejan de gastar en conceptos de dudoso acierto. No basta que, como funcionarios, los guardias civiles hayan visto reducidos sus ingresos, o que el impago de productividades a determinados agentes los convierta en la práctica en «mileuristas», o que los guardias civiles para poder cobrar una mísera dieta por asistir a un juicio en una localidad cercana, estén obligados a compartir su propio vehículo, o que existan acuartelamientos apuntalados y otros cerrados por presentar condiciones ruinosas y lamentables. Mientras todo esto ocurre, nuestro Jefe de Comandancia se gasta hasta 90000 euros en construirse un bar de oficiales en la Comandancia, edificio de nueva construcción y equipado al completo. Ellos lo llaman, «Sala de Recepción de Autoridades», tan necesaria y fundamental en estos tiempos, que incluso ha contado con ayuda de otras administraciones para recaudar los fondos necesarios. Se construye actualmente, en la que fuera llamada Área de Atención al Inmigrante, que ahora desaparece, después de ser objeto también hace unos cuantos años de fondos públicos en lo que parecía ser un esfuerzo por modernizar la imagen del Cuerpo y que con el tiempo se ha demostrado también su infrautilización e ineficacia. ¿Es que acaso no existen otras necesidades en esta Comandancia? El Cuartel de Olvera, en la sierra de Cádiz, va a cumplir cuatro años apuntalado, y con sus agentes allí destinados, viviendo de alquiler por haber sido desalojados tras declararse el edificio en ruinas. El Cuartel de Paterna se encuentra en la actualidad cerrado debido a su mal estado. Las poblaciones de Bornos y Espera, sólo atienden a los ciudadanos de esas localidades una hora al día, dejando a sus más de 10000 habitantes con la obligación de desplazarse a otras poblaciones para interponer denuncias. Sin embargo, tal es el desprecio que el Jefe de la Comandancia parece tener por todo aquello que no sea su propia posición, que creemos que, los problemas anteriores tendrán que seguir esperando aún más. Nuestro respetado Coronel, estrenó recientemente su propio pabellón oficial, un flamante ático en la Avenida de Astilleros. El resto de viviendas han sido ocupadas ya por otras tantas familias. Pero al contrario que su Jefe, éstas no pudieron reformarlas al completo, antes incluso de estrenarla. Y una vez a gusto en su domicilio gratuito, ahora toca construirnos un bar privado donde poder tomar los distintos refrigerios sin tener que mezclarse con el resto de agentes, que para eso son de más baja clase y de seguro huelen peor. Se da la circunstancia, que cuando esta asociación, en aplicación a la normativa que así lo prevé, solicitó un local en las instalaciones de la Comandancia, para dar servicio desde dentro a nuestros más de 1000 afiliados, se nos denegó tal pretensión, aduciendo falta de espacio. Recordamos que ya en su toma de posesión, en 2010, se regaló un suntuoso desfile en un acto que costó 20000 euros, calculados por el nº de agentes y de medios utilizados. Son, estas incomprensibles medidas, las que provocan nuestro desencanto y desgana, y por supuesto, no estamos dispuestos a escuchar discursos con sentimientos exaltados, que mienten con el brindis a quienes conforman el grueso sacrificado de este Cuerpo, los que le dan fama y prestigio, que otros se atribuyen y administran a su antojo. No, no tenemos nada que celebrar.

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