La vigilancia de la prisión de Córdoba, a pie por averías de los vehículos

por Administración AUGC

img_comunicado_2566.jpg
img_comunicado_2566.jpg
AUGC viene denunciando desde hace años el pésimo estado de los vehículos asignados a la unidad de la Guardia Civil que se encarga de la vigilancia de la prisión de Córdoba, y de hecho el propio Alférez Jefe de la Sección de Seguridad Penitenciaria ha solicitado reiteradamente que sean sustituidos, pero al parecer esas peticiones caen en saco roto en la Jefatura de la Comandancia de Córdoba y en la Dirección General de la Guardia Civil.
Los tres vehículos dedicados a la vigilancia exterior del centro penitenciario tienen una gran cantidad de kilómetros recorridos (Nissan Patrol 370.000 kilómetros, Nissan Terrano 345.000, y Nissan Almera 316.000), lo cual unido a la antigüedad de los mismos (Patrol 20 años, Terrano 18 años, Almera 14 años, todos han pasado por varias unidades antes de llegar a la prisión) da lugar a que estén averiados la mayor parte del tiempo.
El pasado día 22 se encontraban en talleres mecánicos para reparación dos de dichos vehículos, por lo que sólo había uno disponible, el cual también tiene problemas de batería, por lo que los guardias civiles se ven obligados a utilizar habitualmente las pinzas para poder arrancar el motor, incluso varias veces en un mismo turno de servicio. Como consecuencia de ello el Alférez Jefe de la Sección de Seguridad Penitenciaria ordenó que algunos componentes prestaran el servicio de vigilancia exterior a pie.
Con medidas de ese tipo la seguridad del centro penitenciario se reduce considerablemente, a lo cual debe añadirse el empeoramiento de las condiciones en que los guardias civiles deben realizar su trabajo, sobre todo teniendo en cuenta las bajas temperaturas propias de estas fechas. Órdenes como esta resultan inaceptables en pleno siglo XXI, y son más propias de otros tiempos, cuando la Guardia Civil prestaba sus servicios a caballo.
AUGC no entiende por qué el citado mando ha impartido esa orden y sospecha que no lo ha consultado previamente con sus superiores, pero no es la primera vez que lo hace, porque ya en 2011 y 2012 ordenó lo mismo en otras dos ocasiones, llegando a producirse situaciones preocupantes, como el caso de un guardia civil que durante esa vigilancia a pie sufrió un episodio de asma (enfermedad crónica que padecía) y tuvo que ser auxiliado inmediatamente por sus compañeros.
Es inaceptable y completamente inútil que se ordene realizar un servicio de ese tipo a pie, y es indignante que continuamente se estén invirtiendo grandes cantidades de dinero en las numerosas reparaciones de dichos vehículos, malgastando el escaso presupuesto disponible para nada, porque están más tiempo en el taller que prestando servicio.

Para hacer comentarios debes identificarte

IDENTIFÍCATE