AUGC ha denunciado ya en reiteradas ocasiones el abandono que sufre en la Guardia Civil la especialidad de Intervención de Armas y Explosivos (IAX). Hablamos, por ejemplo, de vacantes sin cubrir y sin publicar, dándose situaciones de comisiones de servicio de larga duración en algunas Unidades, y muchos compañeros que están dejando las Intervenciones, hartos de no ver soluciones y de no poder cambiar de destino.
La especialidad también sufre una grave falta de medios materiales: entre ellas la falta de escáner en muchas dependencias, imposibilitando la realización de determinados trámites administrativos, falta de cámaras para realizar las necesarias fotografías de las armas, falta de zonas frías, a pesar de que la SES así lo ha pedido, etcétera.
La carencia, como decimos, de equipos para escanear documentos, cobra especial importancia a partir del próximo 1 de febrero, cuando los agentes ya no podrán recoger directamente la documentación que los ciudadanos aporten para llevar a cabo sus trámites administrativos, sino que, según dicta la ley, estos papeles deberán ser a partir de ahora escaneados y luego ser devueltos a sus titulares.
El problema es que sin esos medios técnicos resulta imposible llevar a cabo el cumplimiento de esta normativa.
Por otro lado, debemos volver a incidir en el mal funcionamiento del aplicativo de armas SGAE, lo cual retrasa los trámites, a veces más de media hora, acumulándose el trabajo y los ciudadanos a los que atender, a los que no sirve de nada la petición de cita previa, especialmente desde que se cambiara el contrato de empresa de telecomunicaciones, habiéndose reducido considerablemente la velocidad de la red.
Nos encontramos, por lo tanto, ante una especialidad que no cobra como tal, y que se ve imposibilitada para hacer su trabajo de manera eficiente.
A ello se le añade que tiene además que soportar las iras, que no quejas, del ciudadano, que solo se queja en su intervención, y en raras ocasiones utiliza los Formularios de Quejas que tienen a su disposición, hechos que ya hemos puesto en conocimiento del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Guardia Civil, ante los posibles riesgos de violencia externa de dichos puestos de trabajo.
