Han transcurrido ya once días desde que cerca de dos mil guardias civiles se concentraran en la Puerta del Sol de Madrid reclamando derechos sociolaborales. En el acto se interpeló, en particular, a una persona: el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Sin embargo, a día de hoy el Ministro sigue sin responder. Nadie del Ministerio se ha puesto en contacto con esta asociación.
Como se recordará, los trabajadores del Cuerpo reclamaron en la Puerta del Sol contra el incumplimiento de varias cláusulas del acuerdo de equiparación salarial de 2018, por los turnos de su jornada laboral y por el complemento de productividad. Durante las protestas, pidieron una reunión urgente con Grande Marlaska, que aún no se ha puesto en contacto con ellos. No es la primera vez que el ministro decide no responder a las peticiones de AUGC, ya que antes de la manifestación se le hizo llegar una carta que también fue ignorada.
Ahora solo queda esperar al Pleno extraordinario del Consejo de la Guardia Civil convocado para el 21 de junio y presidido por el ministro del Interior. Allí, AUGC espera poder pedirle explicaciones de por qué siguen sin cumplirse algunas partes del acuerdo tres años después de firmarlo.
Cláusulas incumplidas
AUGC quiere saber por qué todavía no se han cumplido de facto las cláusulas tercera y octava del ‘Acuerdo de Equiparación Salarial entre el Ministerio del Interior, Sindicatos de Policía Nacional y Asociaciones Profesionales de la Guardia Civil’.
La cláusula tercera establece que se destinarán 100 millones de euros para “incentivar el reingreso del personal de Segunda Actividad sin destino y Reserva no ocupada al servicio activo”. El octavo punto se centra en evitar la “disfunción salariar” entre Policía Nacional y Guardia Civil, y las policías autonómicas cuyas condiciones son más beneficiosas.
Aparte de esto, los agentes de la Guardia Civil protestaron por tener una jornada laboral por turnos pero sin cadencia, lo que permite concatenar periodos de trabajo con pocas horas de descanso entre sí y dificulta la conciliación familiar.
Por si fuera poco, tampoco se está recibiendo la parte del complemento de productividad, destinado a recompensar económicamente el especial desempeño y rendimiento de los guardias civiles. De seguir así, desde AUGC se tomarán medidas legales para subsanar la situación.
Desde AUGC nos preguntamos, ante este silencio, si Grande-Marlaska es verdaderamente consciente de sus responsabilidades al frente de Interior, o si, como nos tememos, no es sino un nuevo rehén político del Generalato que sigue dominando la Guardia Civil y la vida sociolaboral de sus trabajadores.